Innovación biotecnológica para una acuicultura sostenible

Mundo Acuícola conversó en exclusiva con Macarena Cozmar, Gerente Técnico y de I+D de Acuanativa, startup que desarrolló una herramienta preventiva y biodegradable para el control del Caligus.

Creada en el año 2021, Acuanativa Spa, nace de la asociación de Bioinsumos Nativa y Botanical Mix. Ambas compañías cuentan con destacada experiencia en el desarrollo de aditivos biotecnológicos para el agro y acuicultura. Sus soluciones se producen en su planta ubicada en Talca, con altos estándares de calidad e inocuidad. Además, su planta cuenta con el Código LEENA, otorgado por el SAG.

Precisamente en la búsqueda de soluciones sostenibles y eficientes para la salmonicultura, la startup chilena Acuanativa Spa, ha dado un importante paso al desarrollar aditivos 100% botánicos, orientados a dar solución a temas contingentes de la industria. Actualmente la startup se encuentra comercializando L-END, un aditivo que busca aportar al control del Caligus.

Este ectoparásito continúa siendo uno de los desafíos constantes que tiene la industria chilena, en especial por su capacidad -documentada por la academia- de desarrollar resistencia frente a los fármacos utilizados para su control. Por ello, disponer de más alternativas para su combate significa un aporte para avanzar en un manejo integrado del Caligus.

Así, para saber más sobre Acuanativa y de su producto L-END, Mundo Acuícola conversó con Macarena Cozmar, Gerente Técnico y de I+D de Acuanativa.

-¿Cuál es el sello que identifica a Acuanativa?

Somos una Startup chilena, con vocación científica e innovadora, que ofrece soluciones biotecnológicas a la industria salmonera nacional, que nos permitan llevar a cabo esta actividad productiva de manera más sostenible, apuntando así a un mayor bienestar animal, la disminución del uso de químicos y la generación de residuos que afectan de manera negativa el medioambiente.

¿Cuáles son los aspectos diferenciadores de su aditivo L-END?

Este aditivo se adiciona en el alimento, lo cual facilita su entrega. Además, no afecta la palatabilidad del alimento y se degrada rápidamente en el medio ambiente, volviéndolo una alternativa sustentable para el manejo de la caligidosis.

Hemos validado que nuestro aditivo L-END actúa como un disruptor poblacional, ya que afecta directamente el sistema reproductivo de hembras y macho de caligus, volviéndolos infértiles, disminuyendo así el aporte de juveniles en el ambiente.

Los resultados obtenidos en pruebas realizadas a escala productiva han sido favorables y nos ha permitido observar una disminución de los baños con antiparasitarios, lo cual finalmente se traduce en menos esfuerzos logísticos, la disminución del estrés y ayunos, lo cual se ve reflejado en la mejora en el bienestar de los peces.

Finalmente, y no menos importante, L-END es un aditivo 100% biodegradable, los cual lo vuelve ideal para tratar la caligidosis en zonas ecológicamente sensibles.

-¿De qué manera se ha dado la disposición a esta nueva solución?, ¿qué instituciones/empresas están vinculadas en su camino?

El mercado local ha ido reaccionando frente a la disponibilidad de esta solución y sus atributos de valor. Al ser una estrategia preventiva y no de control, hemos tenido que trabajar en las estrategias de uso, para definir la mejor forma y etapa para utilizarlo. Actualmente tenemos una estrategia de uso clara, validada y la autorización para ingresar a plantas de alimento cumpliendo con los volúmenes que requieren nuestros clientes.

Contamos con alianzas en base a convenios de colaboración con la UCT, UACH, CRIA y estamos en proceso de firma con la Universidad de Concepción, todos centros de investigación altamente relevantes para la industria acuícola a nivel nacional y global.

-¿En qué etapa de escalamiento se encuentran?

La estrategia L-END contra la caligidosis ya encuentra con abundante evidencia científica que nos ha permitido conocer el modo de acción del aditivo y la estrategia de uso, por otro lado, ya contamos con 3 evaluaciones productivas en mar, tanto en Trucha arcoíris y Salmón del Atlántico.

En la actualidad, 2 compañías salmoneras están consumiendo nuestro aditivo, con 3 centros de cultivos ubicados en la X y XI región. En agosto se debería otra, con un centro más, llegando a un total de 4 centros.

Esperamos seguir sumando más empresas interesadas en incorporar nuestro aditivo a su estrategia de manejo de la caligidosis, ya que contamos con una planta propia, ubicada en Maule y un stock permanente de productos que nos permitirá satisfacer los requerimientos de nuestros clientes.

-¿Qué proyecciones realiza para este 2023?

Este año estamos enfocados en situar a nuestro aditivo L-END como una alternativa para el manejo integrado de la caligidosis, principalmente en empresas productoras, cuyo interés esté puesto en avanzar en la reducción en el uso de químicos y estén comprometidas con los estándares de sostenibilidad requeridos por el consumidor en los principales mercados de destino. Nuestra proyección es poder estar presente en el 5% de los centros de cultivos que se encuentran operativos este 2023.

A la vez, sabemos que el piojo de mar es un problema que afecta a otros peces de cultivo, a nivel global, y estamos abiertos a evaluar adaptaciones de nuestra solución aplicadas a otras acuiculturas de peces. Lo más cercano en el Lepeotherious salmonis, que es el piojo de mar, muy similar al chileno, que afecta la producción de salmones en Noruega. Contamos con una PCT y estamos cubriendo estos mercados, en términos de protección de PI, porque vemos un potencial de crecimiento concreto en ellos.

Por otro lado, de manera paralela, estamos trabajando en el desarrollo de dos aditivos para incorporar en la dieta para salmones; uno enfocado en una mayor retención de proteínas en el músculo (TRL 6) y el otro es un potenciador de inmunidad de los peces (TRL 4).