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La Policía Marítima contra el crimen organizado en el sur de Chile

Operativo "Oro Blanco" logró desmantelar red de tráfico de recursos hidrobiológicos en la Región de Los Lagos.
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Una de las principales tareas que ejerce la Autoridad Marítima, en su área jurisdiccional, es el ejercicio de la Policía Marítima que, durante el último tiempo, ha tomado mayor relevancia debido a la evolución del escenario marítimo e incremento de los delitos de mayor connotación, perpetrados por bandas organizadas, tales como el narcotráfico por vía marítima, inmigración ilegal, pesca ilegal, robo de recursos bentónicos, entre otros.

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Es en este último ámbito que, a finales del primer semestre de este año, personal de la Policía Marítima de Puerto Montt, apoyado por el Grupo de Respuesta Inmediata y Unidades Navales dependientes de la Quinta Zona Naval, ejecutó, en la localidad de Ancud, una de las operaciones especiales más significativas dentro de la Región de Los Lagos, cuyo objetivo fue la desarticulación de grupos delictuales organizados, dedicados al robo y tráfico del recurso hidrobiológico Concholepa concholepa, más conocido como “Loco”.

La especie se encontraba dentro de las Áreas de Manejo de Extracción de Recursos Bentónicos (AMERB), en la comuna de Maullín, las cuales corresponden a espacios marítimos administrados por sindicatos de pescadores artesanales, destinados a asegurar la sustentabilidad de dichos recursos en su espacio natural, siendo en este caso el “Loco”, el que estaba siendo protegido, ya que previamente se encontraba en un estado de sobrexplotación, arriesgando su agotamiento entre la fauna marina a nivel nacional.

Esta operación, denominada “Oro Blanco”, fue un importante hito para quienes, durante meses, estuvieron dedicados al proceso investigativo y que culminó con la incautación de vehículos, equipos de buceos, maquinarias y la detención de parte de los involucrados en este delito. En ese sentido, el Gobernador Marítimo de Puerto Montt, Capitán de Navío LT Dinson Baack, manifestó que “esto se logró mediante el trabajo de inteligencia, organizado y efectivo entre la Policía Marítima, Ministerio Público y Policía de Investigaciones, del cual se generan resultados relevantes que transmiten seguridad a la comunidad marítima, representada, en esta ocasión, por la pesca artesanal.

Operación Oro Blanco

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Tras una investigación de aproximadamente seis meses, efectuada por el Departamento de Inteligencia e Investigaciones Policiales Marítimas de Puerto Montt, se logró obtener la evidencia necesaria para establecer el modo de operación, identidad de infractores y fijar los medios utilizados para la comisión del delito, los cuales fueron presentados por la Fiscalía Regional de Los Lagos, al Juzgado de Garantía de Ancud, quienes autorizaron procedimientos de entrada y registro a los domicilios, con las respectivas órdenes de detención y además la incautación de los medios y otras especies utilizadas para la comisión del delito, como es el caso de las embarcaciones y vehículos con los que se extrae y transporta el recurso.

Como resultado de esta operación especial de la Policía Marítima, se incautaron 9 embarcaciones, con motores de alta potencia, evaluadas en aproximadamente 40 millones de pesos cada una, las cuales tienen características que permiten evadir la presencia y control de la Autoridad Marítima. Paralelamente, el operativo de entrada y registro finalizó con 4 detenidos y 3 prófugos, quienes fueron citados a audiencias de formalización, quedando 2 con prisión preventiva.

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El operativo contó con un amplio despliegue de medios navales, considerando al BRS SLITGH, PSG ORTIZ, 2 Unidades tipo Defender y una Unidad de Operadores del Grupo de Respuesta Inmediata (GRI), además del apoyo de aproximadamente 40 funcionarios de la Policía de Investigaciones, quienes conformaron las partidas de entrada y registro a los domicilios.

“Oro Blanco” marca un precedente para la Policía Marítima, tanto por la calidad del trabajo investigativo y el operativo efectuado, como también para la comunidad marítima, quienes por más 20 años han sido víctimas del flagelo de un grupo de delincuentes organizados, quienes fueron adquiriendo equipamiento de alta gama, afinando su modo de operación y fortaleciendo su red delictual para evadir la presencia policial y, en consecuencia, la persecución penal.