Fenómeno del Niño y efectos en la acuicultura

Expertos abordaron los efectos oceanográficos, meteorológicos y biológicos de este evento climático, junto a sus implicancias para la industria acuícola.

El Fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) es una anomalía en el sistema acoplado océano-atmósfera que se caracteriza por variaciones en la temperatura del océano que afectan de manera significativa los procesos oceanográficos y meteorológicos a nivel regional y global. El Niño se manifiesta principalmente a través del aumento de la temperatura superficial del mar (TSM) y la disminución de los vientos alisios en el lado Este del Océano Pacífico. La fase inversa o fría de ENOS, conocida como La Niña, se caracteriza por tener TSM más frías de lo normal y una intensificación de los vientos alisios en el Este del Océano Pacífico.

El Fenómeno del Niño no solo implica cambios en la temperatura del océano, sino también alteraciones en el patrón de presiones atmosféricas en la región ecuatorial, lo que a su vez afecta a los vientos alisios.

En particular, en la zona de América del Sur, el Fenómeno del Niño afecta al anticiclón, que controla los patrones de viento en esta área. Cuando se producen alteraciones en los vientos en la región oceánica ecuatorial, esto tiene un impacto en las corrientes marinas y, por lo tanto, en las condiciones oceanográficas.

Durante el Fenómeno del Niño, se produce una modificación en la intensidad y la ubicación del anticiclón, lo que influye en los vientos que soplan de sur a norte a lo largo de las costas de Sudamérica. Estos vientos se intensifican en verano, generando un fenómeno conocido como surgencia, que afecta aproximadamente hasta el paralelo 40° sur. Este proceso provoca el ascenso de aguas más frías y ricas en nutrientes desde las profundidades del océano, lo que a su vez promueve la proliferación de fitoplancton en la región.

En la fase de "El Niño" en invierno, puede haber un aumento en las lluvias y las temperaturas en la zona central y centro-sur del país. En el mar, aumenta la temperatura, lo que disminuye la disponibilidad de recursos pesqueros. Durante la fase de "La Niña", se producen efectos contrarios. En invierno, en la zona central y centro-sur, disminuyen las lluvias y las temperaturas, y el mar se enfría, lo que favorece la actividad pesquera.

Fenómeno del Niño y la acuicultura

En enero de 2016, se observaron cambios en las condiciones oceanográficas en la Región de Los Lagos, con un aumento en la temperatura del agua, ausencia de lluvia, viento y corrientes, explicados en parte por el fuerte fenómeno de "El Niño".

Estos cambios climáticos llevaron a floraciones de algas nocivas (FAN) de las especies denominadas Pseudochattonella sp. y Leptocilindus sp., las cuales, durante el mes de febrero, provocaron un aumento exponencial de la mortalidad de salmónidos debido a la asfixia, desencadenando una crisis que siempre es recordada por la industria acuícola antes del inicio de la temporada estival.

Actualmente, según el último boletín del CEAZA, "Durante agosto, continuó el desarrollo del evento El Niño actual, con una temperatura superficial del mar al menos 0.5°C por encima del promedio en todas las regiones de monitoreo en el Pacífico ecuatorial central y oriental. La atmósfera tropical también ha dado señales consistentes con el desarrollo de un evento El Niño, ya que los vientos cercanos a la superficie tienden a soplar desde el oeste sobre el Pacífico ecuatorial occidental, pero no con la suficiente intensidad como para mover el área de convección reforzada, la cual continúa estando en torno al meridiano 180° (conocida como la línea internacional del cambio de fecha).

En general, este evento El Niño es de intensidad moderada en el Pacífico central (Región Niño 3.4, donde la anomalía de temperatura superficial del mar está en torno a 1.5°C) e intenso en la Región 1+2 (anomalía en torno a 3°C). Se espera que El Niño continúe intensificándose hasta el período de noviembre a enero de 2024, cuando la anomalía de temperatura superficial del mar en la Región Niño 3.4 tenga mayor probabilidad de exceder 1.5°C. Posterior a esa fecha, la fase El Niño debería continuar, pero con menor intensidad, al menos hasta el trimestre de febrero/marzo/abril de 2024.

A pesar de que El Niño por sí solo no explica la ocurrencia de las FAN, ya que se trata de fenómenos multifactoriales, se han tomado precauciones debido a las proyecciones que indican un fenómeno de El Niño fuerte para la temporada 2023-2024. Desde hace meses, entidades como Sernapesca, el Ministerio del Medio Ambiente y otras han llevado a cabo iniciativas de divulgación de conocimiento y prevención para el sector acuícola, como talleres, seminarios y oficios, al igual que el gremio salmonicultor.

Seminario de CIBA

Bajo el mismo espíritu de difusión de conocimiento y prevención, a principios de septiembre, en el Hotel Cabaña del Lago de Puerto Varas, el Centro de Investigaciones Biológicas Aplicadas (CIBA) organizó el seminario "Fenómeno del Niño: Proyecciones Climáticas 2023-2024", en el que participaron diversos expertos vinculados a las áreas de la salmonicultura, oceanografía, meteorología y biología marina. Estos expertos presentaron las bases técnicas para comprender el Fenómeno del Niño y contribuir a una industria acuícola mejor preparada.

Más de 120 asistentes escucharon las exposiciones de expertos como Alex Moyano, encargado de Proyectos de Aquabench, quien habló sobre "Salmones, Ambiente y Enfermedad: una frágil interacción"; José Garcés, oceanógrafo e investigador del centro IDEAL (UACh), que ofreció una charla sobre "Fenómeno del Niño: Una visión oceanográfica para la acuicultura chilena"; Javier Paredes, investigador del IFOP, que abordó las "FAN y proyecciones para la temporada de verano en el sur de Chile"; y Michelle Adam, meteoróloga de Canal 13, que presentó "Proyecciones climatológicas para la temporada 2023-2024".

Alex Moyano inició el evento con una retrospectiva sobre los eventos sanitarios que han impactado a la industria acuícola. Destacó la adaptabilidad de la industria salmonera frente a las crecientes amenazas, resaltando la importancia de enfrentar el cambio climático, con su aumento de temperatura, disminución de precipitaciones y cambios en los niveles de oxígeno, como un desafío crítico.

Por otro lado, José Garcés, experto del Centro IDEAL de la Universidad Austral de Chile, explicó el Fenómeno del Niño, haciendo hincapié en su imprevisibilidad. Se centró en la crisis del año 2016, cuando una convergencia de factores, incluyendo el propio Fenómeno del Niño y el Modo Anular del Sur, generaron una crisis de Floraciones Algales Nocivas (FAN) de gran magnitud. Garcés enfatizó que, para evaluar el riesgo para la industria, es importante considerar el Modo Anular del Sur como un factor clave.

Javier Paredes, del IFOP, abordó la diversidad de microorganismos marinos y su relación con el aumento de la temperatura del mar durante el Fenómeno del Niño. Explicó cómo las células flageladas, favorecidas por el calentamiento del agua, pueden desencadenar FAN. Paredes señaló que la ocurrencia de un evento de FAN depende de la convergencia de múltiples factores, como la surgencia del mar, el Fenómeno del Niño y el Modo Anular del Sur.

Michelle Adam, meteoróloga de Canal 13, ofreció un análisis exhaustivo de las variaciones en la temperatura superficial del mar durante el Fenómeno del Niño. Sus pronósticos anticiparon un aumento significativo de la temperatura del mar hasta febrero/marzo de 2024, comparable con el evento de 2015/2016, pero con una velocidad aún mayor. Además, advirtió sobre un verano seco debido al Modo Anular del Sur, con escasas lluvias y alta radiación. Según Adam, se espera que el Fenómeno del Niño persista hasta mayo de 2024, con condiciones similares a las de 2016.

Finalmente, Diego Caro, Gerente técnico comercial de CIBA, comentó: "En nuestro trabajo en terreno, detectamos ciertas inquietudes de productores sobre las implicancias del fenómeno de El Niño. Por eso, la idea de este seminario fue entregar a productores, veterinarios y profesionales del sector acuícola antecedentes técnicos y bases científicas que ayuden a entender el fenómeno. El feedback de los asistentes fue muy positivo; la gente comentó que se aclararon muchas dudas. Si bien existe preocupación para la temporada estival 2023/2024, quedó claro que la prevención es la mejor medida para mitigar los efectos ambientales multifactoriales, como las FAN".