Columna

Riesgos en uso con Salmo salar en RAS.

Benzocaína : El anestésico que puede dormir el negocio

El avance de la investigación científica devela la enorme contradicción donde el uso de un químico que propende al bienestar animal, como la benzocaína, termina alterando el delicado equilibrio del microbioma epidérmico del salmón, dejándolo potencialmente vulnerable y a merced del ataque de patógenos oportunistas. La benzocaína está, literalmente, quitándole el chaleco antibalas a los salmones, previo a enfrentarse con los delincuentes.

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Los baños anestésicos se emplean comúnmente en la salmonicultura para manipular de “forma segura” a los peces durante diversos procedimientos a lo largo de todo el ciclo productivo. La selección por tallas y/o calidad, el conteo, los muestreos, el marcaje, el transporte y la realización de numerosos tratamientos médicos y otros relacionados con la reproducción, requieren de manipulación directa de los salmones.

Para ello, los peces son sumergidos en una solución diluida del agente anestésico durante un tiempo determinado, para inducir un estado de sedación o anestesia que minimice el estrés y facilite el procedimiento que se debe realizar con ellos.

En Chile, los principales anestésicos utilizados en la industria del salmón son actualmente el MS-222 y la benzocaína. Pero como ocurre con muchos otros procedimientos, técnicas y productos de uso cotidiano en diferentes áreas, el desarrollo del conocimiento nos alerta que lo que fue bueno antaño, no tiene por qué seguir siéndolo necesariamente hoy en día.

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El riesgo se perpetúa cuando dicho conocimiento no llega a los usuarios y no se implementan las mejoras correspondientes. Como ejemplo, en el pasado comúnmente se utilizaban sanguijuelas para tratar diversas enfermedades, incluyendo la fiebre y las infecciones. Hoy en día y con más información científica disponible, sería impensable mantener dicha práctica.

Algo similar está ocurriendo con el anestésico benzocaína de amplio uso en la salmonicultura global, donde la voz de la ciencia enciende alarmas el 2025 sobre la peligrosidad de su utilización. El avance de la investigación científica devela la enorme contradicción donde el uso de un químico que propende al bienestar animal, como la benzocaína, termina alterando el delicado equilibrio del microbioma epidérmico del salmón, dejándolo potencialmente vulnerable y a merced del ataque de patógenos oportunistas.

La benzocaína está, literalmente, quitándole el chaleco antibalas a los salmones, previo a enfrentarse con los delincuentes. Es una realidad inquietante, pero está ocurriendo y ha ocurrido desde siempre ante nuestra mirada ignorante por la falta de información, donde las consecuencias adversas de la acción de la benzocaína eran atribuidas equívocamente a otros factores o variables.

¿Pero qué es lo que ocurre con la benzocaína que deja vulnerable a los peces, en especial al salmón del Atlántico?

Contextualizando, el Salmo salar es una especie fundamental en la acuicultura nacional y mundial, donde cualquier impacto negativo sobre ella repercutirá significativamente en la producción y la economía. A medida que la salmonicultura se intensifica para satisfacer la creciente demanda, el uso de baños anestésicos se vuelve cada vez más frecuente en las tareas rutinarias en pisciculturas y centros de engorda.

Sin embargo, las consecuencias de los anestésicos en la composición y función del microbioma de la piel de los peces genera preocupación por las posibles alteraciones de las interacciones entre el huésped y el microbioma y la susceptibilidad al ataque de patógenos oportunistas, siempre presentes en el agua.

Hace tan solo dos semanas, el equipo de investigadores liderados por la Dra. Patricia Martins de la Universidad de Aveiro de Portugal, publicaron en la Revista Animals de la prestigiosa editora suiza MDPI (Multidisciplinary Digital Publishing Institute) los resultados de un interesante y revelador estudio.

Dicha investigación se realizó con salmones del Atlántico criados en piscicultura con sistema de recirculación de aguas - RAS -, donde por primera vez se evaluó la influencia de la benzocaína en el microbioma bacteriano de la mucosa cutánea del salmón y su potencial implicancia en la salud de los peces.

Estudios previos ya habían determinado en general que procedimientos de manipulación de peces en acuicultura alteran el equilibrio natural de las bacterias cutáneas, que desempeñan un papel crucial en la prevención de enfermedades como primera barrera de protección.

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Con esta información en mente, lograron confirmar que los baños anestésicos, utilizados para reducir el estrés durante la manipulación ya mencionada, pueden empeorar aún más dicha situación. Este estudio reveló que la benzocaína, utilizada como baño anestésico, altera la estructura de la comunidad bacteriana de la mucosa cutánea del salmón del Atlántico, provocando un desequilibrio en la composición bacteriana o condición llamada disbiosis.

Estas alteraciones podrían perjudicar las interacciones entre el salmón y los microbios, aumentando la susceptibilidad a patógenos oportunistas. Este estudio también proporciona información de referencia sobre las comunidades bacterianas del microbioma del mucus cutáneo del salmón del Atlántico en un sistema RAS.

Así, las clases bacterianas predominantes en ambos grupos (peces anestesiados y no anestesiados) fueron identificadas como Gammaproteobacteria y Betaproteobacteria.

Los científicos lusitanos descubrieron que la riqueza y diversidad bacteriana se redujeron significativamente en las muestras de mucus cutáneo de peces anestesiados en comparación con los no anestesiados.

Todos estos hallazgos resaltan la importancia de comprender los impactos de los anestésicos en los microbiomas de los peces para mejorar las prácticas de manejos acuícolas, promover la salud de los peces y apoyar sistemas de cultivo más sostenibles.

No queremos que los peces, ni menos el negocio, se duerman para siempre…

Interesados en recibir el paper científico de referencia, escribir a:

Rodolfo Infante Espiñeira, MSc
MSc Aquaculture (U. Stirling, Scotland)
rodolfo.happyfish@gmail.com