Punta Arenas y la salmonicultura: Visión desde la capital regional
El alcalde Claudio Radonich analiza el impacto de la salmonicultura en Magallanes, destacando sus desafíos, aprendizajes y oportunidades de integración.
Hace 15 años, la salmonicultura apenas figuraba en la economía de la Región de Magallanes. Hoy, en tanto, genera un importante aporte al Producto Interno Bruto (PIB) regional, según explica Claudio Radonich, alcalde de Punta Arenas. “Aunque en la comuna no contamos con centros de cultivo, su influencia se siente en el empleo y en las dinámicas locales”.
Radonich enfatiza que, a nivel regional, la salmonicultura genera aproximadamente 7.000 empleos y 2,2% de las plazas de trabajo totales, cifra que pone en perspectiva su importancia para Magallanes. Sin embargo, también advierte que este crecimiento no ha estado exento de desafíos. “El incendio de la planta BluMar, que dejó a 700 familias sin sustento, fue un recordatorio. Aunque nuestra estructura económica no es comparable con la de Puerto Montt, este evento dejó en claro cuánto dependemos de la salmonicultura”, reflexiona.
Para Radonich, Magallanes tiene la oportunidad única de ser un referente en sostenibilidad salmonicultora. “Nuestra región es un territorio nuevo para la industria. Tenemos la posibilidad de aprender de los errores de Aysén y Los Lagos, asegurando que el desarrollo vaya siempre de la mano con el cuidado del medio ambiente”, afirma.
El alcalde también destaca la necesidad de una autorregulación activa dentro del sector. “No podemos tratar a todas las empresas como iguales. Hay actores que operan con altos estándares de sostenibilidad, y otros que no lo hacen. La industria debe ser más transparente y proactiva en separar a quienes cumplen de quienes no lo hacen”, subraya.
La creciente demanda global por proteínas, como el salmón, es un argumento que Radonich utiliza para destacar la relevancia de Magallanes como productor. “Hoy una vaca contamina más que un salmón. Si logramos que el salmón de nuestra región tenga un sello de sostenibilidad, podremos diferenciarnos y posicionarnos en el mercado global”, explica.
Uno de los principales desafíos que identifica el alcalde es la desconexión entre la industria y la comunidad de Punta Arenas. A pesar de su relevancia económica, Radonich considera que la salmonicultura sigue siendo una actividad poco tangible para la mayoría de los habitantes. “Es una industria que está, pero no se ve. ¿Quién conoce un centro de cultivo? Están lejos, y eso dificulta que la gente entienda su impacto real. Esto genera desinformación y alimenta mitos urbanos”, comenta.
Radonich sugiere que la industria debe tomar medidas más concretas para acercarse a la comunidad. “Es necesario que la gente sepa cómo funciona la salmonicultura. Las empresas deben ser transparentes, abrir sus puertas, invitar a visitas y trabajar con la comunidad para que todos se sientan parte de esto”, enfatiza.
De cara al futuro, Radonich plantea que Magallanes puede convertirse en un referente global de sostenibilidad en la salmonicultura, siguiendo los ejemplos de países como Noruega y Escocia. “El desafío no es solo producir salmón de calidad, sino hacerlo con estándares que sean reconocidos a nivel global. Este es el momento para que Magallanes lidere con un modelo de desarrollo equilibrado”, comenta.
Con un territorio aún sin saturar, el alcalde ve, en Magallanes, una oportunidad estratégica para la industria. “No podemos permitir que el desarrollo económico y el cuidado del medio ambiente se enfrenten. Ambos son pilares esenciales para nuestra región, y juntos deben formar la base de un progreso sostenible”, concluye.