El rol de ASMAR en la región de Magallanes y de la Antártica Chilena
ASMAR, los Astilleros y Maestranzas de la Armada de Chile, nació en 1960 como una empresa autónoma del estado con patrimonio propio creada para mantener y reparar las embarcaciones de la Armada. Hoy, cuenta con tres divisiones estratégicas: Talcahuano, Valparaíso y Punta Arenas, esta última conocida como ASMAR Magallanes. Cada una de estas sedes aporta al desarrollo y mantenimiento de capacidades navales, así como a la realización de proyectos que trascienden el ámbito militar, impactando también en la industria privada y en iniciativas de innovación tecnológica.
Ricardo Olsen, subgerente comercial de ASMAR Magallanes, nos recibió para hablar sobre la importancia de esta división y los desafíos actuales del astillero. Según explicó, ASMAR Magallanes se destaca dentro de la estructura nacional de la empresa por su equilibrio entre los trabajos para la Armada de Chile y los servicios destinados a particulares. “El año pasado cerramos en un 50 y 50 entre trabajos para la Armada y para particulares. Este año, sin embargo, esperamos un aumento en los servicios para la Armada, algo que no veíamos desde hace, al menos, 10 ó 15 años”, comentó Olsen, haciendo referencia al enfoque que está tomando la división.
En cuanto a sus capacidades operativas, Olsen destacó el rol fundamental del carro elevador, un sistema que permite manejar embarcaciones de hasta 3.100 toneladas. “El carro tiene un riel submarino que se sumerge 300 metros, guiado por buzos especializados, y está sujeto a un plan de mantenimiento riguroso. Sin este sistema, el astillero simplemente no podría funcionar”, explicó. Además, el astillero cuenta con áreas específicas para análisis predictivo, reparaciones estructurales y trabajo con materiales como acero naval y aluminio, entre otros.
ASMAR Magallanes ha diversificado sus actividades en los últimos años, incursionando en la construcción de plataformas de ensilaje para Nova Austral y estanques de acero inoxidable destinados a operaciones en la Antártica. También ha desarrollado balsas autopropulsadas, utilizadas por la Armada y otros operadores en el continente blanco. “Estas balsas permiten realizar descargas en zonas donde no hay muelles, solucionando un problema logístico clave en lugares tan extremos”, detalló Olsen, destacando la capacidad del astillero para responder a las demandas específicas de sus clientes.
En términos de sostenibilidad, la división ha avanzado en proyectos orientados a la eficiencia energética. Recientemente, firmaron un contrato con una empresa privada para instalar dos turbinas que generarán toda la electricidad y calefacción que necesita el astillero, con el excedente siendo redirigido a la red eléctrica general. “Esto nos permitirá reducir significativamente nuestros costos operativos y, al mismo tiempo, contribuir a la sostenibilidad energética de la región”, señaló.
Además, ASMAR Magallanes está trabajando en sistemas híbridos para buques, una solución diseñada para reducir la huella de carbono mediante el uso de baterías que complementan los generadores tradicionales. “Esta tecnología permite optimizar el rendimiento de los generadores que, usualmente, están sobredimensionados y generan un gasto innecesario de mantenimiento. Es una solución más eficiente y menos contaminante”, comentó Olsen, refiriéndose al impacto positivo que estas innovaciones tienen, tanto en costos como en sostenibilidad.
Otro de los pilares del astillero es la colaboración en proyectos de economía circular. En alianza con la Universidad de Magallanes, están reutilizando granalla –escoria de cobre utilizada en la limpieza de cascos– para integrarla en procesos de fabricación de concreto. “Esto no solo reduce los costos de disposición de residuos, sino que también crea un valor agregado a partir de un material que antes se consideraba un desecho”, explicó Olsen.
La participación de ASMAR en el desarrollo del hidrógeno verde también forma parte de su visión estratégica. La empresa está involucrada en mesas de gobernanza y proyectos relacionados con la logística para la instalación de aerogeneradores en la región. Según Olsen, esta área representa un desafío importante debido a las enormes demandas logísticas que genera. “Nos estamos posicionando para ser parte de las soluciones, ofreciendo capacidades para construir embarcaciones especializadas que puedan transportar estos equipos. Es un esfuerzo que requiere investigación y desarrollo, pero creemos que podemos jugar un rol clave en este proceso”, afirmó.