Especial Magallanes

Turismo y comercio en Magallanes: retos, proyecciones y el impulso del turismo MICE

La región trabaja en medidas para reducir la estacionalidad del turismo y potenciar el comercio local, con el turismo MICE y la Zona Franca como actores clave.

TurismoMicePA.jpg

A pesar de su atractivo, la actividad turística en Magallanes es altamente estacional, lo que ha impulsado la búsqueda de estrategias para extender su impacto a lo largo del año. En este contexto, el turismo MICE (Meetings, Incentives, Conferences, Exhibitions) se presenta como una alternativa fundamental para diversificar la oferta y mitigar la estacionalidad.

Claudia Torres, gerente de la Asociación Gremial AustroChile, destaca que este segmento permite dinamizar la actividad más allá de la temporada alta, atrayendo congresos y eventos que no dependen del clima. “El turismo MICE juega un papel crucial en diversificar nuestra oferta y mitigar esa estacionalidad”, señala, agregando que también abre oportunidades para promover destinos menos explorados dentro de la región.

Desde AustroChile, el foco en innovación y sostenibilidad es clave para el desarrollo del sector. Entre las iniciativas que han impulsado, destacan la promoción de alianzas con empresas locales y el diseño de proyectos de formación dirigidos a actores del rubro y la comunidad en general, con el fin de fortalecer la identidad turística regional. En esa línea, Torres subraya la importancia del “Big Data Turístico Magallanes”, una herramienta que permitirá orientar de manera más efectiva las estrategias de promoción.

Zona Franca y comercio regional

FotoZonaFrancaPA.jpg

Por otra parte, Eugenio Prieto Katunaric, gerente general de SRI, concesionaria de Zona Franca, destaca la relevancia de este espacio en el desarrollo regional: “Zona Franca de Punta Arenas se consolida como un actor clave para el desarrollo económico regional, ofreciendo una plataforma comercial única, respaldada por beneficios tributarios que potencian la competitividad y atraen tanto a consumidores locales como a turistas”.

No obstante, el comercio regional enfrenta retos como la competencia con el e-commerce y la fluctuación estacional del consumo. En respuesta, Zona Franca ha avanzado en la digitalización de sus servicios y en la integración de un modelo de comercio omnicanal, que combine la experiencia presencial con plataformas online. Asimismo, se han fortalecido estrategias de sostenibilidad y economía circular para optimizar recursos y reducir impactos ambientales.

En 2024, la Zona Franca superó los 10 millones de visitas, con un crecimiento del 13,4% en ventas y la incorporación de nuevos locales comerciales. De cara al futuro, el desafío es consolidar su rol como polo comercial y mejorar la experiencia de compra con una oferta diversificada. “Nuestro desafío es seguir innovando, fortalecer la colaboración con actores locales y consolidar una experiencia de compra diferenciada, que combine oferta comercial, sostenibilidad e identidad regional”, concluye Prieto.