Los Cipreses: bienestar animal para un smolt de calidad y libre de antibióticos
Ubicada a pocos metros del Estrecho de Magallanes, la piscicultura Los Cipreses combina tecnología RAS y un riguroso enfoque de bienestar animal para producir smolts sin uso de antimicrobianos.
A las afueras del casco urbano de Punta Arenas, camino al aeropuerto y a pocos metros del Estrecho de Magallanes, se encuentra Los Cipreses, una piscicultura que opera bajo tecnología de recirculación (RAS). Adquirida por Cermaq, en 2016, esta unidad ha experimentado importantes mejoras en infraestructura y procesos, con un firme enfoque en el bienestar animal y la producción sostenible.
Durante una visita a sus instalaciones, Mundo Acuícola conversó con Roberto Alarcón, jefe de la piscicultura, quien lleva 14 años en Cermaq y cinco de ellos a cargo de Los Cipreses.
“Una de nuestras políticas como compañía es utilizar solamente smolt producidos en la región, para abastecer nuestros centros de agua mar. Es importante mencionar que esto no es antojadizo, pues, se puede decir que tenemos dos grandes ventajas que nos permiten producir un smolt de alto valor: la calidad del agua y el no uso de antimicrobianos”, subraya Alarcón.
Anualmente, Los Cipreses produce entre 2 a 2,5 millones de smolts, respaldándose en el abastecimiento de ovas propias y la compra a terceros. Con 28 trabajadores —un 100% de ellos residentes en Magallanes—, la piscicultura se divide en cuatro salas, cada una con su sistema de recirculación independiente. Ello permite entender a cada sala como una unidad epidemiológica independiente, disminuyendo el riesgo de que algún problema sanitario afecte a todo el plantel.
El agua se almacena en estanques de 70 m³, desde donde se distribuye por gravedad a cada sala, permitiendo un control continuo de parámetros críticos como oxígeno, CO₂, sólidos en suspensión, entre otros. La presencia de sensores, en cada unidad epidemiológica, garantiza la estabilidad de estos factores, minimizando riesgos sanitarios y optimizando la producción.
La estrategia sanitaria de la planta se basa en la prevención, partiendo desde la calidad y selección genética de las ovas, vacunas por inmersión y vacunación previo a la transferencia a agua mar. “Acá no requerimos antimicrobianos. No tenemos grandes problemas con enfermedades como aeromonas, flavobacteriosis o IPN, y eso se logra con un esquema de vacunación bien planificado”, puntualiza Alarcón.
Gracias a este enfoque, la piscicultura puede destacar que produce smolts sin requerir el uso de antibióticos, lo que representa un sello distintivo en la industria. Además, la planta cuenta con la posibilidad de ingresar agua de mar a los estanques para, por ejemplo, tratar problemas de micosis mediante baños salinos, evitando el uso de compuestos químicos adicionales.
Por lo demás, los buenos resultados sanitarios de Los Cipreses se reflejan en sus certificaciones. La piscicultura obtuvo la acreditación que avala la no utilización de antibióticos a lo largo de la fase de agua dulce y, en 2024, se certificó en bienestar animal. “Es un buen desafío el tema del bienestar animal porque debemos mantenernos para revalidar la certificación el próximo año”, comenta Alarcón.
Además de su compromiso con la sostenibilidad, Los Cipreses busca integrarse positivamente en la región. Alarcón destaca el aporte de la mano de obra local y la relación con instituciones educativas: “El equipo es de acá, muchos vienen del Liceo María Behety y de la Universidad de Magallanes. Eso nos da un sentido de pertenencia muy fuerte y nos permite aprovechar la formación de capital humano en la región”.
Desde la adquisición, por parte de Cermaq, en 2016, la piscicultura ha emprendido un proceso de modernización continuo. Se han instalado sistemas de alimentación automática, ampliado salas y reforzado la medición de parámetros de interés. Cada sala de cultivo opera como una unidad epidemiológica independiente, lo que permite aislar eventuales problemas sanitarios, sin comprometer la producción global.
El desafío a corto y mediano plazo es mantener la calidad de los smolts producidos y satisfacer la demanda de Cermaq en la región, que cada día requiere peces más sanos para garantizar la eficiencia en la fase marina. “Para nosotros es importante sacar un buen smolt. Nuestros colegas de agua mar nos hacen ver que, al tener un buen pez de partida, se obtienen mejores resultados en engorda. Eso nos hace sentir parte fundamental del proceso”, declara Alarcón.
En última instancia, la piscicultura busca consolidar un enfoque en calidad, bienestar animal y sustentabilidad, factores que se consideran imprescindibles para el futuro de la industria salmonera chilena. “Mi paso por esta piscicultura ha sido un desafío, sobre todo por la experiencia que necesitaba en sistemas de recirculación. Pero es gratificante ver cómo el trabajo aquí permite obtener un buen producto y apoyar a que Magallanes siga destacando en la producción de salmón de alta calidad”, concluye Alarcón.
