Joachim Wessel: “Esta industria es una pasión adictiva”
Mundo Acuícola conversó con Joachim Wessel, Gerente General de Cermaq, para repasar hitos, proyecciones, vínculo comunitario y el desafío regulatorio que marcará la próxima década.

Durante tres décadas, Joachim Wessel ha visto de primera mano la transformación de la salmonicultura chilena. Economista (PUC) y MSc en Acuicultura y Gestión Pesquera (Escocia), Wessel ha ocupado cargos gerenciales en Mowi y AquaChile, llegando a Cermaq Chile en 2020 y asumiendo el cargo de Gerente General desde 2024.
El ejecutivo subraya el aporte del salmón como proteína saludable y eficiente en el uso de recursos —con ventajas en conversión alimenticia y agua dulce— en un mundo mayoritariamente oceánico y con una población que seguirá aumentando.
A su juicio, el desarrollo futuro debe sostenerse en “reglas claras”, en la articulación con las comunidades y en una cultura sectorial que combina oficio, aprendizaje continuo y bienestar animal.

Desde esa convicción, enfatiza que la licencia social no se limita a crear empleo: se trata de demostrar con hechos el valor que la actividad entrega a los territorios, encadenamientos productivos y movilidad social.
— A lo largo de su carrera, ¿cuáles han sido los hitos que más atesora?
“Los inicios siempre son los más recordados. A fines de los 80 hacíamos de todo: armábamos jaulas con vigas de coigüe, alimentábamos a mano, seleccionábamos y cosechábamos uno a uno. Todo era manual, con mucho esfuerzo. Después vino la adopción tecnológica que nos llevó al desarrollo que vemos hoy. El mejor recuerdo, sin duda, son las personas.”
— ¿Cómo visualiza la salmonicultura chilena en diez años y qué rol espera jugar?
“La salmonicultura es un pilar productivo del país y los productos del mar serán cada vez más importantes a nivel global. Chile seguirá creciendo con énfasis en innovación, eficiencia y sostenibilidad. Pero necesitamos avanzar en un marco regulatorio que responda a las nuevas realidades ambientales y productivas.”
— ¿Qué mensaje entrega a los jóvenes que ven en esta industria un proyecto de vida?
“Es una actividad desafiante, dinámica y global, que exige compromiso, responsabilidad y pasión. Combina personas, naturaleza y mercados internacionales. Nunca se deja de aprender: sostenibilidad, bienestar animal, eficiencia y satisfacción del cliente son nuestros motores. Trabajar en salmones es una pasión adictiva.”
— La relación con comunidades ha avanzado, pero persisten desafíos. ¿Cómo evalúa el proceso y qué brechas quedan?
“Ha habido avances en diálogo, valor compartido y empleo local. El crecimiento de Puerto Montt y su entorno da cuenta del aporte del sector y de historias familiares que hoy acceden a estudios superiores. Aun así, estamos en deuda: siempre hay más por hacer por la gente.”