Post Feria Aquasur Tech

Asociatividad y encadenamiento productivo marcaron AquaSur Tech 2025

Con un enfoque más transversal y una mirada de futuro, la segunda edición de AquaSur Tech consolidó su posición como un espacio estratégico para la convergencia de distintas industrias clave para el desarrollo del sur austral.

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El hidrógeno verde y el sector marítimo-portuario tuvieron un rol destacado al integrarse al Congreso Internacional, reflejando el interés por avanzar hacia una economía más integrada y sustentable.

En este contexto, la minería también tuvo presencia mediante empresas proveedoras para ambos sectores, que nacen y se desarrollan al alero de estas dos grandes industrias nacionales, impulsadas por su dinamismo económico y exigencias técnicas.

El potencial del hidrógeno verde

El desarrollo de la industria del hidrógeno verde en Magallanes avanza a paso firme, no solo como un motor de transformación energética, sino también como una oportunidad concreta de diversificación y encadenamiento productivo. Así lo planteó María José Navajas, directora regional de Corfo Magallanes y de la Antártica Chilena, al presentar, como parte del Congreso Internacional de AquaSur Tech, los avances del primer Centro Tecnológico de Hidrógeno Verde del país, iniciativa liderada por Fundación Chile y financiada por Corfo en conjunto con el Gobierno Regional.

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María José Navajas Domínguez, directora Regional de Corfo Magallanes

El centro nace como respuesta a una brecha histórica de la región: la falta de infraestructura para la investigación aplicada y la transferencia tecnológica. En ese contexto, uno de sus ejes centrales será articular proyectos piloto y líneas de innovación que permitan adaptar tecnologías a las complejas condiciones del extremo sur, incluyendo su impacto en sectores productivos como la acuicultura.

“Por ejemplo, energías renovables en la piscicultura y en plantas de procesamiento, o la incorporación de celdas de combustible de hidrógeno para almacenamiento de energía en instalaciones remotas”, señaló Navajas durante su intervención.

Además del uso de energías limpias, se proyectan soluciones como el aprovechamiento del oxígeno generado durante la electrólisis del agua —clave para la salmonicultura— y modelos de economía circular basados en la valorización de subproductos. La propuesta apunta a crear un ecosistema tecnológico e industrial robusto, donde la acuicultura pueda beneficiarse de la infraestructura, el capital humano y la innovación que surjan del polo energético regional.

En esa misma línea, desde la Dirección Regional de Corfo Magallanes también se expuso sobre el Programa Transforma Regional Hidrógeno Verde Magallanes, que busca lograr una integración regional sustentable, fomentar el I+D+i mediante alianzas con universidades, fortalecer las capacidades locales y promover una sostenibilidad económica de largo plazo en la región.

“La idea de presentar esto es mostrar cuáles son las oportunidades en el futuro a las que se puede enfrentar Magallanes en los próximos años”, agregó Navajas.

Sinergias para una inversión sostenible

Durante AquaSur Tech 2025, uno de los paneles más comentados fue el que abordó las posibilidades de encadenamiento entre la industria del hidrógeno verde y la salmonicultura, bajo el título “Impulsando el desarrollo regional de Magallanes: Sinergias para una inversión sostenible”. En él participaron representantes de diversos sectores, quienes coincidieron en que la convergencia entre ambas actividades puede convertirse en un motor para la diversificación productiva del sur austral.

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Desde el ámbito público, Andrés Labbé, director de inversiones en hidrógeno verde de Fundación Chile, destacó que Magallanes cuenta con condiciones únicas —viento constante, baja densidad poblacional y cercanía al mar— que la posicionan como una de las zonas más competitivas del mundo para el desarrollo de esta nueva industria energética. Según explicó, existen oportunidades reales de colaboración con la acuicultura, especialmente a través del aprovechamiento de subproductos generados en los procesos de electrólisis, como el oxígeno y el calor, ambos insumos útiles para los centros de cultivo y plantas de procesamiento.

A su vez, Mario Marchese, presidente de la Asociación de Hidrógeno Verde de Magallanes, planteó que estas industrias comparten desafíos en infraestructura, logística y uso eficiente de recursos. La instalación de proyectos energéticos a gran escala permitiría compartir servicios y disminuir costos, tanto en la generación de energía como en el tratamiento de aguas o el transporte marítimo.

En tanto, la miembro del directorio del Consejo Empresarial Sistema B Chile, Anita Marambio, quien es una empresaria y dirigente gremial con amplia trayectoria en el sector minero, recalcó la importancia de fortalecer a proveedores locales capaces de atender los requerimientos de ambas industrias con altos estándares de sostenibilidad. “Empiezan a aparecer elementos comunes de conversación que permiten definir estándares (...) al menos todos tenemos que empezar a medir nuestra huella”, afirmó.

Por su parte, Marcelo Agüero, presidente de la Fundación Prisma Austral, enfatizó la necesidad de formar capital humano y avanzar en soluciones que generen impacto inmediato. Habló de seguridad alimentaria, revalorización de residuos plásticos y modelos de economía circular, y sostuvo que la clave está en el diálogo abierto y en evitar postergaciones: “Este es el momento, no en ocho años más”, dijo, explicando que Magallanes enfrenta una ventana histórica para el desarrollo productivo sostenible.

Manuela Barrueto G.