Ministro Marcel abordó el tema de las relocalizaciones

Respondiendo a una interpelación del Consejo del Salmón, el secretario de Estado aseguró estar en conversaciones con el Ministerio de Defensa para agilizar la relocalización de concesiones del salmón.

En el marco de actividades en la región de Aysén, la presidenta ejecutiva del Consejo del Salmón, Loreto Seguel, y el ministro de Hacienda, Mario Marcel, abordaron los desafíos que enfrenta la industria salmonicultora, especialmente la falta de crecimiento productivo y las restricciones para relocalizar centros de cultivo.

Seguel advirtió en entrevista con radio Genial de Coyhaique que “hoy la salmonicultura chilena, nos guste o no nos guste, está congelada. No podemos producir ningún salmón más”. Según la dirigenta gremial, la imposibilidad de mover o ampliar operaciones impacta directamente en el empleo local, la inversión y la competitividad frente a países como Noruega y Escocia, que cuentan con políticas estatales de expansión.

Relocalizaciones

El ministro Marcel coincidió en la importancia del sector y admitió que el proceso para aprobar relocalizaciones ha sido excesivamente lento. “Nos ha preocupado el tema de las relocalizaciones porque consideramos que ha ido demasiado lento el proceso de autorización por parte del Ministerio de Defensa. Hemos estado conversando con ellos para que se acelere y se resuelva la cola de solicitudes que tienen, y nos han dado seguridad de que van a agilizar esos procesos”, señaló.

Seguel sostuvo que sin un acuerdo político que permita crecer, será difícil responder a las expectativas sobre mayor contratación local y aporte territorial. “Tenemos que crecer, tenemos que destrabar la industria”, recalcó, defendiendo además el trabajo conjunto con instituciones académicas y centros de investigación para mejorar estándares y derribar mitos sobre la actividad.

Ambos coincidieron en la necesidad de otorgar certezas regulatorias para fomentar la inversión y mejorar las condiciones de desarrollo en regiones como Aysén, donde la salmonicultura es uno de los principales motores económicos.