Alfonso Muena y los orígenes de la salmonicultura en Chile
En entrevista con Mundo Acuícola, Alfonso Muena repasa los orígenes de la salmonicultura chilena y los hitos que marcaron su desarrollo, desde la primera piscicultura privada hasta el despegue exportador. Su libro "Se hace salmón al andar" recoge documentos y relatos de una historia que transformó el sur de Chile.
A cincuenta años del inicio formal de la salmonicultura en Chile, el testimonio de Alfonso Muena Rodríguez permite reconstruir las bases técnicas, institucionales y humanas de una de las principales actividades productivas del sur austral.

Cofundador de la primera empresa salmonera privada del país, Muena participó en la creación de la primera piscicultura privada en Chile y en la consolidación del cultivo de salmón como actividad exportadora. El episodio está relatado en detalle en su libro "Se hace salmón al andar: memorias de un salmonero", obra publicada en 2024 donde recopila documentos, fotografías y anécdotas que respaldan su testimonio como uno de los pioneros del sector.

Muena recuerda que la articulación entre profesionales del sector, servicios públicos como Sercotec y agricultores de la zona permitió constituir la empresa Lago Llanquihue Limitada, cuya primera piscicultura “Río Pescado” fue inaugurada en 1975. Aquel hito dio inicio al ciclo industrial del cultivo de peces en agua dulce y sentó las bases para lo que luego sería la salmonicultura marina.
“El 14 de agosto se inauguran las actividades salmoneras en Chile. La finalidad de esta empresa fue, desde el inicio, exportar. La primera exportación se realizó en 1978: veinte toneladas enviadas al mercado francés”, relata. A partir de esa experiencia, se abrió paso un modelo productivo que demostraría su viabilidad económica, biológica y tecnológica, y que atrajo el interés de inversionistas internacionales.
Uno de los hitos de esta etapa fue la llegada de la empresa japonesa Nichiro, que, según recuerda Muena en su libro Se hace salmón al andar, fue, a través de la confirmación de Nichiro Chile, “la primera empresa en engordar salmón coho en el país, con ovas traídas desde el hemisferio norte e incubadas en nuestra piscicultura de Río Pescado. Esos smolts se fueron al mar en septiembre de 1979 y se convirtieron en los primeros salmones que ingresaron a aguas chilenas para su cultivo en jaulas”. Esta experiencia validó la viabilidad del cultivo marino, marcó el inicio de una nueva etapa para la industria y consolidó el interés internacional por el salmón chileno.
Tras las primeras exportaciones exitosas, el desafío era consolidar un modelo territorial viable para el cultivo de salmón en el sur del país. En 1979, mientras aún formaba parte de Piscicultura Lago Llanquihue, Alfonso Muena lideró un estudio encomendado por el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (INTEC) de Corfo y posteriormente licitado por la Secretaría Regional de Planificación y Coordinación (Serplac). El objetivo era identificar los lugares más aptos para el cultivo de salmónidos, mitílidos y ostras en la entonces Décima Región. Hasta ese momento, la salmonicultura seguía siendo una actividad incipiente, con pocos antecedentes en jaulas y apenas una experiencia reciente por parte de la empresa japonesa Nichiro en Chinquihue. La idea de realizar una prospección territorial específica surgió de la convicción de Muena sobre el potencial productivo del litoral austral, y fue socializada entre colegas del ámbito pesquero y autoridades regionales, hasta que Serplac acogió la propuesta y abrió un proceso formal de licitación.
Con una proyección inicial de 11.812 toneladas anuales, que hoy parece modesta frente al millón de toneladas que produce la industria, el estudio fue el primero en sistematizar parámetros técnicos, ambientales y económicos para el desarrollo acuícola del sur de Chile. A juicio de Muena, su impacto fue decisivo para orientar inversiones, sustentar decisiones públicas y abrir el camino a un crecimiento que en pocos años desbordaría cualquier estimación original.
A partir de esos antecedentes, distintos actores comenzaron a solicitar concesiones en zonas estratégicas, lo que dio paso a un proceso de crecimiento que, con el tiempo, fue acompañado por inversión extranjera y nuevas capacidades tecnológicas.
Proyecciones y desafíos
Desde su perspectiva, uno de los principales déficits actuales es la escasa defensa institucional de la actividad ante las críticas públicas. Muena cuestiona la falta de un discurso claro por parte del Estado para respaldar una industria fiscalizada, con estándares sanitarios exigentes y aceptación internacional. A su juicio, el silencio oficial ha contribuido a que se instalen percepciones erróneas en torno al impacto ambiental de la salmonicultura, sin un adecuado contraste con datos técnicos verificables.A medio siglo del inicio de la salmonicultura industrial en Chile, Alfonso Muena mantiene una visión clara sobre las condiciones estructurales que han hecho posible su desarrollo: la estabilidad ambiental del litoral chileno, el conocimiento acumulado por los equipos técnicos, y la articulación público-privada en los momentos fundacionales. Advierte, sin embargo, que el crecimiento futuro dependerá de recuperar la confianza institucional, mejorar la planificación a largo plazo y visibilizar la legitimidad productiva del sector ante la ciudadanía.
“Chile perfectamente podría aspirar a duplicar su producción si se alinearan los incentivos adecuados, si existiera una mirada de largo plazo y si se lograra recuperar la confianza en el sector. Las condiciones técnicas están, el conocimiento también, pero aún falta convicción por parte del Estado”, sostiene.
Su decisión de escribir un libro con documentos, fotografías y relatos de época no obedece a una motivación comercial, sino al convencimiento de que la historia debe contarse desde quienes la vivieron. Con ese espíritu, reivindica también la trayectoria de cientos de trabajadores, técnicos, agricultores e inversionistas que, desde los años setenta, apostaron por una actividad que con el tiempo transformaría la economía del sur de Chile y que dio origen a una nueva matriz exportadora.