¿Estamos preparando a nuestros jefes y gerentes para liderar personas?
En la salmonicultura chilena, los jefes de centro son mucho más que administradores de biomasa: son quienes coordinan equipos jóvenes, resuelven problemas bajo presión, están encargados de la seguridad de sus trabajadores y muchas veces son el rostro de la empresa en las comunidades, todo esto muchas veces en un entorno de aislamiento geográfico y de sus familias. Sin embargo, la mayoría llega al cargo con una fuerte formación técnica, pero con pocas herramientas de liderazgo y gestión de personas.
Las brechas son claras:

🔹 Comunicación interna débil.
🔹 Estilos de mando poco conectados con nuevas generaciones.
🔹 Falta de entrenamiento en resolución de conflictos.
🔹 Foco excesivo en la operación, con poca visión estratégica.
🔹Falta de empoderamiento por parte de la empresa.
🔹Falta de capacitación en temas regulatorios.
Aquí surge una pregunta clave: ¿y los gerentes de producción? ¿Están ellos mismos preparados para transmitir un modelo de liderazgo positivo, o se enfocan exclusivamente en indicadores productivos?
¿Cuál es el Riesgo?: si los gerentes no ejercen ni promueven liderazgo humano, difícilmente los jefes de centro lo replicarán en sus equipos.Por el contrario, cuando un gerente de producción asume un rol de mentor de liderazgo positivo, empático, el efecto se multiplica: no solo se mejora la productividad, sino también la cohesión del equipo, la seguridad operacional y la sostenibilidad de la operación.
Las consecuencias de un mal liderazgo son muchas: Alta rotación de personal, desmotivación del equipo, mayor riesgo de errores operacionales, dificultad en la relación con las comunidades.¿Cuál debería ser un camino?
● Programas de formación en liderazgo y gestión de equipos para jefes y gerentes de producción.
● Medir liderazgo como un KPI crítico, junto con los resultados productivos.
● Mentorías internas: gerentes y jefes senior formando a nuevos líderes.
● Uso de tecnología (SCADA, automatización) para liberar tiempo y permitir mayor dedicación a la gestión de personas.
● Reconocer y premiar el liderazgo efectivo, no solo los resultados en biomasa.
El impacto de no abordar este tema es grande, pero la oportunidad también lo es: formar líderes que inspiren, retengan talento y fortalezcan la cultura de la industria. La invitación es clara: en la salmonicultura necesitamos menos jefes que manden y más líderes que guíen.Los peces crecen con agua y alimento. Los equipos humanos crecen con liderazgo.
Hugo Cajas Duranconsultor en acuicultura
hcajasduran@gmail.com