Producción Agua dulce

Los Arrayanes: Pionera en la producción de post-smolt en RAS

La piscicultura Los Arrayanes produce post-smolt Atlántico en RAS, con altos niveles de automatización y control ambiental.

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En el margen sur del Estuario de Reloncaví, cercana a la desembocadura del río Llaguepe (Comuna de Cochamó), se encuentra la Piscicultura Los Arrayanes de Salmones Austral, una instalación que marca un hito en la salmonicultura chilena al ser pionera en la producción en RAS de post-smolt de salmón Atlántico y por un nivel de automatización que la posiciona como referente en la región.

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Nelson León, Subgerente de Agua Dulce RAS de Salmones Austral

Con una inversión inicial de US$35 millones, Los Arrayanes está operativa desde fines de 2021 y fue concebida para producir hasta 3.000 toneladas de smolt. El proyecto contemplaba originalmente una primera etapa enfocada en peces de 300 gramos, con la posibilidad de llegar a 500 gramos, y una ampliación posterior para alcanzar mayores tamaños. Hoy, a casi cuatro años de su puesta en marcha, la realidad ha superado las expectativas: la piscicultura ha logrado producir post-smolt que superan los 500 gramos sin la ampliación, alcanzando incluso ejemplares de 675 gramos, con un promedio anual cercano a los 450 gramos en 2025.

“Esto nos ha permitido avanzar hacia el gran objetivo de la compañía: acortar el ciclo en mar, reducir el uso de antibióticos y mejorar el desempeño sanitario de los peces. Al sembrar post-smolt más robustos y adaptados, los resultados en los centros marinos han sido muy positivos, con cosechas que en algunos centros que inician a los 9 meses y finaliza a los 11 meses, cuando la industria promedia entre 13 y 15 meses”, explica Nelson León, Subgerente de Agua Dulce RAS de Salmones Austral.

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El ejecutivo destaca también la capacidad de Los Arrayanes para trabajar a salinidades altas (alrededor de 26 ppt), lo que significa que los peces ingresan prácticamente adaptados al mar. Esto reduce el estrés del traspaso desde agua dulce, asegura una rápida entrada en alimentación y permite un crecimiento sostenido desde los primeros días en el ambiente marino.

Bienestar animal y bioseguridad

Uno de los resultados más relevantes ha sido la rápida adaptación de los peces en el mar. “Un post-smolt de 500 gramos entra a comer a los dos o tres días de haber sido transferido, mientras que uno de 150 gramos que viene de producción 100% agua dulce puede tardar dos a tres semanas en adaptarse. Eso significa un crecimiento constante desde el inicio”, señala el ejecutivo.

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Además, se ha logrado controlar uno de los grandes temores en la producción de post-smolt en tierra: la madurez precoz. “Nuestro nivel de maduros se encuentra en 0,13% de todo lo producido (casi 25 millones de peces. En el mar también es bajísimo, cercano a cero. Era un tema que nos preocupaba, pero los resultados han sido muy positivos”, comenta.

En cuanto a bioseguridad, los desafíos siguen presentes. León detalla que los riesgos no solo provienen de patógenos, sino también de la química del agua: “Trabajar con post-smolt a plena salinidad es un desafío mayor. En nuestro caso, mantener un pH alcalino sobre 7,3 ó 7,5 ha sido clave para mitigar los efectos del CO₂, los metales pesados y otros riesgos”.

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Los Arrayanes cuenta con tres unidades de cultivo denominadas Winter, Summer y Post-Smolt. “Hoy día, las tres unidades trabajan a 24 horas luz. Hemos sacado casi 25 millones de peces sin problemas de madurez”, explica León. Esta estrategia, implementada en casi tres años de operación, ha permitido ser más eficientes en crecimiento y ganar mayores pesos de siembra.

Cada área (Winter-Summer-Post Smolt) tiene sus biofiltros independientes y estanques de diferentes capacidades, sumando un total de 13.700 metros cúbicos. La eficiencia del sistema permite un cambio mínimo de agua, utilizando solo 88 litros por segundo, una cifra significativamente menor comparada con las pisciculturas de flujo abierto.

Los biofiltros son una pieza clave en este sistema. “La capacidad que tienen los biofiltros está diseñada para una alimentación diaria de 11.350 kilos de alimento”, indica León. En este aspecto, añade que la dieta juega un papel fundamental: “Usamos las mejores dietas del mercado, con la más alta tecnología, porque los desechos deben estar compactos y encapsulados. Eso mejora la eficiencia de conversión y facilita el manejo ambiental”.

Eficiencia y automatización

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En términos de personal, la operación de Los Arrayanes es notablemente eficiente, con dos turnos de 25 personas. Esta plantilla permite una operación continua las 24 horas del día, garantizando la atención constante a los sistemas y a los peces. La alta tecnificación y el uso de sistemas automatizados marca una diferencia significativa en varios aspectos comparado con instalaciones más tradicionales.+

Un aspecto importante en el funcionamiento de Los Arrayanes es su sistema eléctrico. La piscicultura cuenta con un sistema de sincronismo que permite tener seguridad ante interrupciones eléctricas. Además, Los Arrayanes utiliza bombas de calor, cruciales para mantener las temperaturas adecuadas del agua en distintas estaciones del año.

La piscicultura en sistemas de recirculación, como Los Arrayanes, no solamente es eficiente en el uso de recursos, sino que también representa un modelo de sostenibilidad. Al utilizar mínimas cantidades de agua fresca (0,5%) se reduce la generación de aguas residuales y se minimiza el impacto ambiental. “Respecto a los desechos sólidos orgánicos, todo lo despachamos a una empresa que hace biogás y compostaje”, señala León, destacando cómo la baja cantidad de residuos y la eficiencia en su gestión contribuyen a una huella de carbono casi nula.

Este compromiso también se refleja en la relación con el entorno. “Como compañía tenemos un vínculo estrecho con la comunidad. Preferimos contratar servicios locales, desde alimentación y transporte hasta pensiones para trabajadores. Creemos que potenciar a nuestros vecinos es parte esencial de la sostenibilidad del proyecto”, concluye.