Innovación y compromiso en la etapa de agua dulce
Esta edición especial de Mundo Acuícola destaca la fase de agua dulce, clave en la salmonicultura chilena, mostrando innovación, bioseguridad y sostenibilidad que fortalecen la producción de smolts y el desarrollo de la industria.

En esta edición especial de Mundo Acuícola quisimos poner el foco en una etapa que, aunque menos visible que el mar, sostiene buena parte del futuro de la salmonicultura chilena: la fase de agua dulce. Para ello, recorrimos distintas pisciculturas, conversamos con sus equipos y conocimos de primera mano los avances que marcan hoy la producción de smolts en el sur de Chile.
En particular, agradecemos el apoyo y asesoramiento de Hugo Cajas, por el tiempo dedicado y por las valiosas reuniones que sostuvimos. Su apoyo fue fundamental, como referente y precursor de la actividad, promoviendo una salmonicultura más abierta y cercana en la forma de contar su quehacer. Extensivo también nuestro reconocimiento a los numerosos columnistas y profesionales activos en la industria, cuyos conocimientos han contribuido de manera decisiva a dar forma a esta edición.

En este número abordamos distintas experiencias de pisciculturas y casas genéticas, destacando algunas instalaciones emblemáticas como Los Arrayanes de Salmones Austral, constatamos cómo la innovación en sistemas de recirculación (RAS) ha permitido producir post-smolt de gran tamaño, reduciendo tiempos en mar y mejorando el desempeño sanitario.
En Río Petrohué de Camanchaca, apreciamos la experiencia acumulada en más de dos décadas de operación RAS, con una eficiencia hídrica notable y protocolos de bioseguridad que hoy son referente en la industria. Y en la Eco-piscicultura Aucha de Invermar, fuimos testigos de los beneficios de la acuicultura de precisión y de un proyecto pionero: el primer RAS diseñado para salmón coho, que marca la hoja de ruta hacia una producción más precisa, sostenible y cercana a la comunidad.
Estas experiencias reflejan el nivel de sofisticación alcanzado en agua dulce, donde convergen distintas áreas críticas: nutrición especializada desde la primera alimentación, control de oxígeno con soluciones tecnificadas, avances en genética y bioresiliencia, y mejoras en transporte y logística para asegurar el bienestar animal. Son hitos que muestran cómo la industria ha ido ampliando su mirada para enfrentar los desafíos de manera integral.
No obstante, apareció una paradoja: mientras algunas empresas abrieron sus puertas con total disposición, otras optaron por mantener distancia. Una postura contradictoria para un sector que afirma querer visibilizar prácticas más sostenibles y de menor impacto.
Aunque la atención pública se centre muchas veces en el mar, en agua dulce vimos a profesionales comprometidos con la sanidad, la bioseguridad, la sostenibilidad y la eficiencia, conscientes de que en esta fase se juega buena parte del éxito productivo. Ese compromiso merece ser reconocido, porque es allí donde comienza el camino de un salmón robusto, capaz de responder a las exigencias de los centros de engorda y a los mercados internacionales.
Este recorrido nos deja la certeza de que el agua dulce no solo es un eslabón inicial del ciclo, sino un espacio de innovación y de aprendizaje continuo. Desde Mundo Acuícola, reafirmamos nuestro compromiso de seguir mostrando la diversidad de avances y desafíos de la salmonicultura, convencidos de que la apertura y el diálogo son claves para proyectar el desarrollo sostenible de esta actividad estratégica para Chile.